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Sin denuncia, no hay delito.

Por Gonzalo Cornejo / CEO Insight Security

El Crimen Organizado tiene una finalidad: ser una “empresa” rentable. Es un modelo de negocio que apunta a potenciar sus economías ilícitas. Su herramienta más poderosa: la capacidad de corromper las instituciones del Estado a través de ciertos actores, que los van a apoyar para que logren su cometido: legalizar su rentabilidad.

El método que tienen para conseguirlo es avanzar de menos a más. El Crimen Organizado sabe que controlando estructuras inferiores pueden llegar a las más altas, en un corto tiempo. Y esto hay que evitarlo.

Para ello, se hacen imprescindibles varios factores, pero uno de los más potentes es la denuncia, entendiéndola en todo su concepto y no solo en el policial o judicial.

Cuando se hace visible, el problema existe, en este caso la permeabilización del Crimen Organizado en algunas instituciones del Estado; y si existe, podemos ejercer presión como ciudadanos para que el Estado se ocupe del problema, pero, también, podemos ofrecer soluciones, desde nuestra tribuna, para hacerle contención al problema y ralentizar su avance.

Necesitamos alzar la voz de forma responsable, porque la línea que separa la seriedad de la denuncia con la romantización de algunas aristas delictuales, es muy delgada. También se hace necesario reconocer y asumir el problema y trabajar, de forma articulada, para controlarlo. Callar, esconder, presentar realidades paralelas o bajarle el perfil a la situación, no hará que el problema desaparezca, al contrario, lo potenciará y ayudará, sin querer, a que sea cada más sólido.

En Chile estamos a tiempo. El Crimen Organizado está en su primera etapa: la intimidación. Está sembrando el miedo para controlar (nos). Pero, hay que hacer visible la situación, a pesar del miedo, para hacerles más difícil el proceso.

Por otro lado, no podemos minimizar el impacto del Crimen Organizado en la nueva realidad delictual que estamos viviendo porque las estadísticas sean “conservadoras”. Los números se analizan desde el contexto propio, no comparándolos con otras realidades. Por ejemplo, que Chile haya cerrado el 2023 con al menos 40 secuestros a personas desvinculadas con el narcotráfico es muy grave, y eso también hay que denunciarlo.

Alcemos la voz, expongamos el problema y busquemos soluciones. Sin denuncia, no hay delito.

Esta es la lectura que debemos hacer de las declaraciones de la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, sobre la penetración del narcotráfico en la política. Es un problema que hay que visibilizar y entender como transversal. Hay que dejar las peleas ideológicas y trabajar por un bien común.

Para ver la declaración de Matthei haz click en el enlace de El Mostrador

https://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2024/06/19/matthei-acusa-que-politicos-se-financian-con-platas-de-narcos